Los Debates Parlamentarios

Estos días esta de actualidad el debate sobre política general.

Vaya por delante que no es mi intención entrar en análisis de la representación política de estos días, ni de si hay vencedores o vencidos (de esto van los diarios y sus artículos de opinión llenos) me propongo analizar el concepto de debate parlamentario en si mismo.

Creo, sin duda, que podría ser un buen instrumento, a base de réplica y contrarréplica, para que el ciudadano se hiciera una idea de la gestión que ha realizado el gobierno en esta etapa.

Para que estos debates sean útiles deben tratar de temas concretos y prácticos: de las medidas adoptadas desde los diferentes ministerios, de los cambios en las leyes aprobados, de las nuevas leyes promulgadas, de los proyectos de futuro...

De esta forma, podríamos formarnos una opinión sobre como ha procedido el gobierno y de si los diferentes partidos de la oposición aprueban la forma en que se ha llevado a cabo la gestión o harían cambios. En definitiva, tendríamos más datos para juzgar a quien votar en función de sus propuestas y realizaciones...

Demasiado a menudo acaban siendo poco menos que una disputa de patio de colegio. El ciudadano sigue quedando en blanco sobre los temas que le interesan y le afectan (las políticas de acceso a la vivienda, de inmigración, de exteriores, sobre la coordinación y cooperación de los diferentes cuerpos de policia del estado, el presupuesto para sanidad y su gestión, las reformas educativas y/o tributarias...y un interminable etcétera).

En algún momento gran parte de los políticos (siempre hay y habrá honrosas excepciones) han perdido de vista que son o deberían ser principalmente gestores y se han convertido en una especie de superestrellas mediáticas...lo que cuenta es la frase que saldrá en los telenoticias, quien sale mejor en la foto y quien consigue hablar más diciendo menos.

Especialmente este último punto "hablar más diciendo menos" es una clara muestra de perversión del sistema. La base, o lo que es lo mismo, el ciudadano debería ser el más informado de como se gestiona el dinero público.

Llegados a este punto, no está de más, entonar también un "Mea Culpa" puesto que muchas veces el ciudadano de a pié no tienen ningún interés en estar informado. No sabemos si por desídia, falta de acceso a una información clara o por agotamiento de la forma de proceder de nuestros inestimables políticos (inestimables, jugando con las palabras, por lo difícil que es estimarlos en demasía).

Sería bueno que la sociedad estuviera más implicada en política, no en el sentido de que corramos todos a afiliarnos a un partido pero sí en el de exigir a nuestros políticos que sean buenos gestores, que respeten los cargos que representan y que nos informen de forma veraz y clara...Esos deberían ser los valores que se reflejaran en los debates políticos.